A la caída del
sol, desde el espigón, frente al mar, en el Puerto de Santa María como en el de
Barcelona, los chiquillos, junto al faro, recogen lapas sujetas a la rocalla de
los salientes costeros, contemplando el regreso de las barcazas o los anzuelos
de los pescadores
ocasionales.
Estos hechos
suceden en las tardes apacibles del estío
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