sábado, septiembre 15, 2012


Clara está nerviosa, Julio, su novio, vendrá esta tarde a pedir su mano.
Se cambia el vestido.
Se aplica colonia cuidadosamente sobre la parte alta del tejido, para que no se derrame el perfume y para que no se estropee la ropa.

Gertrudis ha terminado los preparativos.
Como da tiempo se irán a dar una vuelta por el vecindario; ya de paso verán como va el asunto de la mudanza de al lado.
Hace canícula.

Los zapatos se le han empolvado y el calor le cala la camisa y la chaqueta.
Sobre los hombros una bufanda de seda, fruncida.

-Las tardes en las afueras son más frescas que en la ciudad- le había recordado su anciana madre.

En una mano el sombrero, en la otra un ramo de claveles rojos y el anillo en el bolsillo de la chaqueta.
Acercándose a la casa, Julio ve un carromato de mudanzas vacío tirado por cuatro caballos que corre a medio galope. En medio del camino, entre la doble hilera de árboles todavía quedan restos de muebles y bultos que poco a poco introducen en la finca recién ocupada.


viernes, septiembre 14, 2012


Hay una mudanza entre las torres nuevas del paseo. Un médico y su familia. Llega un gran carromato con muchos aparejos.

En el jardín de una de las fincas hay alboroto.
Se amontonan bultos, muebles, enseres...
Una muchacha de edad madura desempaqueta objetos.

Desde la calle están entrando un piano, mientras una jovencita morena con rizos cuidados hechos con tenacillas se alboroza preocupada de que todo se ordene cuidadosamente.

El médico da órdenes. A su mujer no se la oye.


jueves, septiembre 13, 2012


Clara se prueba el vestido antes de comer.
Gertrudis está molesta. Es tarde, van  con retraso.

Llaman a la puerta, es Federico. Ya ha comido,... - Solo pasaba por ahí...

Arreglar un poco todo, preparar las pastas y los bollos.
El licor dulce de palmera. Una jarra de cerveza.
A Federico y a Pedro les entusiasma la cerveza. Margarita vendrá también.


Hubiesen preferido que la presentación se hubiera llevado a cabo en el piso del casco antiguo, pero la casa de verano resulta mejor porque es más nueva y aireada, a pesar de tener que andar un gran trecho por caminos polvorientos antes de llegar a ella. 



Mas le valdría al humano no haber nacido.

Algunas mujeres despiden alegres a los soldados que parten hacia la contienda, Aún no saben nada del horror que está por venir.
Comienza el siglo de las sombras.


La Naturaleza entera se estremece. Una nueva energía moverá el primer mundo. La energía eléctrica y la energía nuclear despiertan con el alba. La extracción del petróleo será un hecho. 


miércoles, septiembre 12, 2012


DADA DADA DADA DADA DADA DADA DAD DADA DADA DADA DADA DADA

De nuevo el ser con ojo mira el mundo y no lo ve, piensa la vida y no la comprende, escucha y no oye, palpa y no siente, lame y tiene la lengua seca.




La diferencia entre los actos bélicos del siglo XX respecto de los siglos anteriores estriba en dos factores fundamentales: las nuevas ideas configuradoras de una manera diferente de estar en el mundo y la industria tecnológica desarrollada a raíz de los últimos descubrimientos.
Pero ni los filósofos ni los científicos diseñan las guerras.
En este escenario asfixiante irrumpe DADA desgranándose contra la barbarie.