domingo, noviembre 11, 2012


Sobre la enseñanza de las artes visuales

La raza humana desde sus orígenes se constituyó a través de grupos sociales intercambiando experimentos y conocimiento. A partir del inicio surgieron distintos tipos de lenguaje: el sonoro, el visual y el gestual. Estos lenguajes, se fueron articulando y refinando con el paso del tiempo. El sonoro derivo en onomatopéyico, musical, verbal y escrito. (El escrito en pictográfico, cuneiforme y caracterológico). El visual en plástico y estético. Y el gestual en movimiento y ritmo.

Estas vertientes del lenguaje fueron definiendo la cultura y organizando su continua transmisión.

En los albores del siglo XXI, el lenguaje visual y plástico, es el medio de comunicación universal que no conoce fronteras y utiliza vías simbólicas tan sutiles como para difundir e influir sobre el individuo o la colectividad.

Así, en  la era industrial, ha alcanzado grados de interés tal que se ha empleado primordialmente en publicitar cualquier mensaje debido a su alto valor de seducción.

Pero para que esta fascinación sea patente, el nivel de estética y plasmación debe de ser muy elevado para que su huella penetre indeleblemente en la esfera del espectador al que va dirigido.

Los artistas, científicos, arquitectos y diseñadores escudriñan la Naturaleza interpretando el mundo desde una cosmovisión cultural adquirida, a la búsqueda de nuevas ideas y desarrollos.

El sistema educativo tiene la obligación de enseñar los códigos visuales para interpretar la realidad y para formar parte activa de la búsqueda esencial de la estética, la belleza y la ética.

Los niveles estéticos van dirigidos a diversos niveles culturales. Así, por ejemplo, vemos que la arquitectura adquiere distintos grados de nobleza según que esté destinada a un público u otro, aunque también influye la capacidad de conocimiento y/o desarrollo del creador del espacio.

Si la sociedad fuese justa y equilibrada organizaría un sistema educativo de alto nivel, en el que la cultura se transmitiese universalmente y se  estimulara la capacidad creativa.

Los resultados no serían inmediatos, ya que los artísticos, son conocimientos que se han ido reservando a unos pocos paulatinamente, y por lo tanto, los ámbitos familiares, no todos son igualmente propicios. Pero progresivamente se irían alcanzando los objetivos. 

Estas capacidades estéticas y plásticas influyen en la forma de crear la propia realidad y, por lo tanto, son óptimas para aplicar a cualquier disciplina. Sirven también para completar experiencias profesionales y festivas.

Pero aún son más útiles si aplicamos los conocimientos estéticos y simbólicos de la geometría y su urgencia en la aplicación de las matemáticas.

 Es del todo erróneo despreciar nuestra naturaleza sagrada y relegar la enseñanza del arte al olvido.